14/2/12

··· LA IMPORTANCIA DE LOS SATÉLITES / THE IMPORTANCE OF SATELLITES (Desdoblamientos, divisiones y acumulación)





“Autorretrato con hijo”
(Díptico indivisible)
antoni socías, 2015
Grafito sobre maderas recicladas
100  x 160 cm
















“Galera-BAN”
(Díptico indivisible)
antoni socías, 2014
Acrílico sobre tabla
122  x 568 cm









“Escena de salón”
(Díptico indivisible)
antoni socías, 2014
Acrílico sobre tabla
122  x 220 cm









“ART  IST-TE-P”
(Políptico indivisible)
antoni socías, 2013-14
Lápiz, grafito, acrílico y barro sobre maderas de desecho
85  x 460 cm






Antoni Socías se ha negado invariablemente a descifrar su obra, aunque sí ha buscado con obstinación situarla en un contexto ecuánime. Nos muestra la cocina donde se preparan los alimentos, la cama donde descansa su obra y al mismo tiempo nos descubre esa habitación donde está la cama y algunos hechos significativos que suceden alrededor. Propone al público ejercicios tan incómodos como útiles a la hora de mantener viva la fascinación por lo recóndito y lo no explicado. “Un creador no es quien resuelve problemas, sino quien los plantea”… y si la afirmación de Anton Chéjov no queda clara en el ámbito de la creación, es el momento de admitir que estamos confundidos de medio e incluso de mundo.


En los primeros compases a este trabajo se le bautizó como “El número 2”, porque plantea en esencia dudas razonables acerca del liderazgo. Porque crea incertidumbre y arroja suspicacias sobre la figura del genio y la genialidad, otorgando estatus de enfermedad a nuestra dependencia atávica de los encumbrados. Porque plantea la acción en la periferia y no en el centro. Porque describe con determinación nuestro dolor colectivo de cervicales, al habernos pasado una eternidad con el cuello volteado hacia la cúspide de la pirámide, desde donde manan las directrices, fluye la leche,  se definen los cánones y delimitan las medidas.


Hay en La importancia de los satélites una utilización tan audaz como desvergonzada del concepto clásico de obra de arte, al potenciar el desdoblamiento y la derivación del objeto artístico, bendecido históricamente como único, sea párrafo, cuadro, instalación, película o edificio. Al margen de los resultados palpables, Antoni Socías otorga verdadera importancia a todo aquello que comporta la trama narrativa de su estructura interna, a la arquitectura de los propósitos. Nos plantea objetivos pictóricos dobles, triples, cuádruples, bajo el paraguas deontológico de una densa propuesta conceptual de cohesión. Podríamos deducir, pues, que la poesía de las escisiones es el estado intrínseco –emocional- del pensamiento.

Su obra se sustenta en un enérgico procedimiento, cocinado a fuego muy lento como antídoto contra el mal de las prisas y la necedad. El valor del paso del tiempo y su consumo acompasado son parte esencial del proceso de creación. Y, en esta nueva medida de la existencia, recupera la pintura de método paciente como proyección y legítimo testimonio de íntimos placeres renovados. Investiga sobre paralelismos estéticos y filosóficos, utilizando su otro yo a modo de materia prima, para descubrir gradualmente la intensidad de lo lateral, el valor de lo contiguo, la conveniencia de lo fronterizo, la categoría de lo tangencial, la grandeza de lo anexo o el prestigio de todo lo adjunto. Del mismo modo, profundiza sobre el hecho de la doble personalidad, de la doble moral, de las dobles caras y de la cara oculta de la luna. La importancia de los satélites.



“Compartit 23”
(Díptico indivisible)
antoni socías, 2014
Acrílico sobre tabla y papel
78,5 x 195,5 cm










“La importancia de los satélites”
(Tríptico indivisible)
antoni socías, 2013
Acrílico sobre tabla + plancha de zinca entintada
97 x 275 cm








“La roca”
(Díptico indivisible)
antoni socías, 2013
Acrílico sobre tabla y grafito sobre papel
70 x 140 cm









“París-Orient”
(Díptico indivisible)
antoni socías, 2014
Acrílico sobre tabla
122  x 568 cm





“Rapital 101”
(Díptico indivisible)
Acrílico sobre tabla
81,4 x 200 cm
antoni socías, 2013











“Pardonne-moi” 
(Díptico indivisible)
Acrílico sobre tabla y piezas de cerámica
23,7  x 132 cm
antoni socías, 2014












“Trouble 8475”    
(Díptico indivisible)
Acrílico sobre tabla
48 x 180 cm
antoni socías, 2013












“Rojele Na Forêt”                                                  
(Díptico indivisible)
Acrílico sobre tabla
50 x 158 cm
antoni socías, 2013 







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"Íptico"
100 x 225 cm (composición)  
Díptico indivisible
Acrílico sobre tabla y papel
antoni socías, 2011






"Calle Calamar"
39 x 165 cm (composición)  
39 x 60,8 cm (cada unidad) / Díptico indivisible
Acrílico sobre tabla
antoni socías, 2011








En la obra de Antoni Socias siempre ha estado presente una cierta obsesión de la alteridad y el desdoblamiento: en la duplicación o multiplicación de la imagen como sistema de visualización (…ípticos, 1978-2012), en la relación asimétrica de escala entre dos fotografías, dos pinturas o dos objetos conectados (Madre e Hija, 1973-2011), o en la repetición de fragmentos de pinturas anteriores como una forma de permanente reciclaje autocrítico (Hambre Directa, 1991).


El número 2, serie centrada en la pintura, en la fricción entre imagen fotográfica y representación pictórica, y en una reconsideración de lo figurativo desde la ausencia de lo narrativo, plantea un giro de tuerca, para algo ya cuestionado en su obra anteriormente y relacionado con la duplicación: la noción de original y su conflictiva relación con la copia o el doble.



El cuestionamiento del original en pintura, pone en suspenso su propio carácter, pero quizás no es una salida viable establecer un procedimiento de reproductibilidad o edición de copia al modo (mecánico) fotográfico.


La naturaleza del original pictórico se basa en que es resultado de un proceso en primer lugar,  mientras que la copia es producto de un proceso en segundo lugar.



El número 2 plantea dos procesos en paralelo y simultáneos. La identidad entre las dos pinturas tiende a la exactitud, pincelada a pincelada. La misma pincelada pasa de un cuadro a otro cuadro, el gesto, el color, la luz o las formas tienden a ser las mismas y casi al mismo tiempo, ambas pinturas son producto del mismo proceso.



A veces cambian las características de los soportes pero se mantienen las dimensiones.

Original y copia se disuelven en un desdoblamiento necesario y único de visión estereoscópica.



Santiago Olmo

"Cautivo 1"
40 x 210 cm  (composición)
36,4 x 80 cm (cada unidad)  / Díptico indivisible
Acrílico sobre tabla
antoni socías, 2012


"El chorro"
66 x 230 cm  (composición)
66 x 90,7 cm (cada unidad)  / Díptico indivisible
Acrílico sobre tabla y palet industrial
antoni socías, 2011

"BRZ"
12 x 40 cm  (cada unidad)
23 x 40 cm (cada unidad)  / Díptico indivisible
Acrílico sobre tabla
antoni socías, 2012



"Autómatas" 55 x 360 cm (composición)
55 x 82 cm (cada unidad)  / Díptico indivisible
Acrílico sobre tabla
antoni socías, 2011




"Enric"
36 x 220 cm  (composición)
36 x 43,2 cm (cada unidad)  / Díptico indivisible
Acrílico sobre tabla
antoni socías, 2011





"Rafael"
39 x 220 cm  (composición)
39 x 60,4 cm (cada unidad)  / Díptico indivisible
Acrílico sobre tabla
antoni socías, 2012


"Pequeña Escena"
39,5 x 250 cm  (composición)
39,5 x 57 cm (cada unidad)  / Díptico indivisible
Acrílico sobre tabla
antoni socías, 2011




"R77R"
35 x 140 cm  / Díptico indivisible
Acrílico sobre tabla
antoni socías, 2011


"Pre-Alomar"
85 x 80 cm  / Díptico indivisible
Acrílico sobre tabla
antoni socías, 2011